Estos momentos son lo que normalmente parecen que duelen más, pero lo único que hacer es respirar hondo varias veces y contar hasta 10, luego hablar con alguien que creas que puedes decírselo sin problemas y con total confianza y que te haga olvidarte de todo, y si sigues en las mismas, habla con el causante de esa confusión, pero lo más importante es que no te reprimas en tu interior todo lo que tengas porque puede ser peor.
Esta lección la he aprendido a lo largo que llevo de vida (que tampoco es una barbaridad), pero ir despacio, con buena letra y equivocándome de vez en cuando, ha hecho que me de cuenta quienes son las verdaderas amigas y por eso esto os lo dedico.
¡Os quiero! Y solo os pido que sigáis ahí
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